Un hombre originario de Texas murió luego de contraer una infección en un tatuaje. Tras haberse plasmado la imagen de unas manos sosteniendo una cruz bajo la frase ‘Jesus is my life’ (Jesús es mi vida), la persona fue a nadar al Golfo de México sin seguir las recomendaciones de cuidado de la piel que dan los tatuadores.
Por lo que tres días después de estar en los litorales de México y Estados Unidos ingresó al hospital con fiebre y dolor en las piernas; situación que empeoró dando positivo a una bacteria que causa vibriosis.
El reporte médico arrojó que la bacteria ingresó al cuerpo de la persona por la zona del tatuaje recién hecho, ya que no se encontraba cubierto, ocasionando su muerte después de dos meses de haberle detectado la infección.