Con un gol en cada tiempo la Juventus superó a la Lazio para conseguir la segunda victoria en dos partidos de Serie A de Italia. No ha sido nada fácil ganar a los biancocelesti, siempre preparados para atacar en velocidad. Pero la Juve fue efectiva para aprovechar al máximo sus ocasiones.
Allegri salió con más músculo que contra el Chievo, dejando en el banquillo a Dybala, Douglas y Cuadrado y proponiendo un 4-3-3 con Matuidi junto a Pjanic y Khedira y el tridente Bernardeschi-Mandzukic-Ronaldo en ataque, en el debut del portugués en el estadio.
El partido empezó con un ritmo alto, algunos errores en salida de la Juventus y la Lazio con un juego más simple, apostando por el contragolpe. Pese a la ocasión inicial de Lulic, en cuanto la Juve encontró el orden fue letal: primero, con un palo de Khedira y un disparo posterior de Bernardeschi. Luego, con la obra de arte de Pjanic a la media hora: escapada de Ronaldo, centro de Bernardeschi, torre de Mandzukic y volea del bosnio desde la frontal para anotar el primer gol.
Los romanos intentaron reaccionar con velocidad y tiros lejanos, por medio de Immobile, Milinkovic-Savic y Parolo, salvado por Szczesny y protegido por Bonucci, aplaudido. En el área contrario, Ronaldo insistía y buscaba más disparos, sin suerte.
Ronaldo empezó con fuerza la segunda parte: gran regate y asistencia a Mandzukic, que no consigue rematar bien. Sin embargo, la Lazio empezó a crecer sobre el campo y a dominar, rozando el empate con Luis Alberto. Allegri intervino para cambiar a Douglas Costa por Bernardeschi y dar entrada a Emre Can en su debut en el Stadium.
Cristiano Ronaldo seguía con unas ganas tremendas de anotar y un disparo lejano, precioso y potente, solo lo salvó Strakosha con una mano impresionante.
Y a punto estuvo de marcar el portugués en lo que sería el gol de Mandzukic: un centro raso de Cancelo fue rozado por Strakosha y llegó a Ronaldo, un poco adelantado. El balón le caramboleó en el tacón y Mandzukic, detrás, remató a la red. Partido sentenciado y tres puntos valiosos.