En la reunión plenaria bianual de la Comisión Ballenera Internacional (CBI), Japón propuso la derogación de la prohibición de la caza de ballenas en la reunión que se extenderá hasta el viernes 14 de septiembre.
“Queremos una cuota para aquellas especies de ballenas cuyas poblaciones se consideran saludables por el Comité Científico de la CBI”, dijo Hideki Moronuki, de la Autoridad de Pesca de Japón, al diario “The Japan Times”.
Esta iniciativa enfrenta una fuerte oposición de países que aseguran que muchas poblaciones de ballenas siguen siendo vulnerables o incluso debido a la percepción cada vez más generalizada de que la matanza de cetáceos es inaceptable. Japón caza ballenas de acuerdo a una cláusula que permite hacerlo con fines de investigación.
Aunque Japón afirma que las poblaciones balleneras se han recuperado lo suficiente para permitir su pesca comercial, los ecologistas afirman que la experiencia muestra la dificultad de controlar la caza en altamar.
Japón ha cazado ballenas durante siglos como una fuente alterna de carne. Su captura ha disminuido en los últimos años debido en parte a la declinación de la demanda interna de carne de ballena y los desafíos que supone su cacería.
El intento de reanudar la caza comercial podría generar más oposición. Brasil ha entregado una propuesta según la cual la captura de ballenas “ya no es una actividad económica necesaria y ha reducido las poblaciones de ballenas a niveles peligrosamente bajos”. Estados Unidos coincide en que la prohibición es necesaria para la conservación.