El Parlamento británico rechazó por segunda vez el acuerdo del Brexit para abandonar la Unión Europea, propuesta de la primera ministra Theresa May. Representando la peor crisis política del país en generaciones, a solo 17 días de la fecha del divorcio con la UE.
Los legisladores rechazaron el acuerdo por 391 votos contra 242, con lo que las conversaciones de último minuto del lunes con los jefes de la UE para mitigar las preocupaciones de sus críticos finalmente resultaron infructuosas.
La votación coloca a la quinta economía más grande del mundo en un territorio inexplorado sin una vía clara de salida, pues puede dejar la UE sin un acuerdo, retrasar la fecha de divorcio del 29 de marzo, convocar a una elección o incluso otro referéndum.
May podría incluso intentar por tercera vez obtener apoyo parlamentario con la esperanza de que los legisladores más críticos de su tratado de retirada puedan cambiar de opinión si se vuelve más probable que Reino Unido permanezca en la UE.
Los legisladores ahora deben votar el miércoles si Gran Bretaña debe abandonar el mayor bloque comercial del mundo sin un acuerdo, un escenario que líderes empresariales han advertido que traerá caos a los mercados y las cadenas de suministro. Algunos, aún más críticos, dicen que podría causar escasez de alimentos y medicinas.
Los partidarios del Brexit argumentan que, si bien un divorcio “sin acuerdo” podría generar cierta inestabilidad a corto plazo, a largo plazo permitiría al Reino Unido prosperar y forjar acuerdos comerciales beneficiosos en todo el mundo.