TECNOLOGÍA

DESCUBREN RESTOS DE ANTIGUO SISTEMA PLANETARIO

Un equipo internacional de investigadores ha descubierto los restos de un antiguo planeta girando alrededor de una enana blanca, vestigios de un sistema planetario que ayudarán a los astrofísicos a empezar a desvelar cómo será el ocaso del Sistema Solar cuando el Sol se apague dentro de 6.000 millones de años.

La investigación, realizada con el español Gran Telescopio Canarias (GTC) del Observatorio del Roque de los Muchachos, ha sido liderada por el astrofísico de la Universidad de Warwick (Reino Unido) Christopher Manser y realizada por investigadores de España, Estados Unidos, Alemania, Italia, Chile y Holanda.

Hasta la fecha se han identificado unas 3.000 estrellas que albergan uno o más planetas, la mayoría de ellas con un ciclo vital similar a nuestro Sol.

Los investigadores creen que cuando estas estrellas se quedan sin combustible -miles de millones de años después de su nacimiento-, pasan por la fase de gigante roja y se convierten en enanas blancas que siguen albergando a sus antiguos planetas hasta que los más cercanos a la estrella son pulverizados por su inmensa fuerza gravitatoria.

Las enanas blancas tienen una gravedad 100.000 veces mayor que la de la Tierra, y eso destruye cualquier cuerpo de origen planetario que pase cerca de ella”, explicó en declaraciones a Efe el investigador del Instituto de Astrofísica de Canarias (IAC) y profesor de la Universidad de La Laguna (ULL) Pablo Rodríguez Gil, coautor de la investigación publicada hoy en Science.

Algunas enanas blancas muestran señales de escombros a su alrededor -que bien podrían ser los restos de esos planetas destruidos- pero no se habían encontrado evidencias que demostraran esta hipótesis. Hasta ahora.

Para averiguarlo, los investigadores utilizaron OSIRIS, el espectrógrafo del GTC que estudió el disco de escombros que rodea a esta enana blanca a 410 años luz de distancia de la Tierra.

La investigación concluye que son los restos de un planeta que orbitaba en torno a una estrella similar al Sol y que hoy, después de quemar todo su combustible, es un cadáver que ha perdido sus capas exteriores dejando paso a un denso núcleo que se enfría lentamente.

El hallazgo de estos vestigios planetarios permite empezar a vislumbrar cómo será el final del Sistema Solar: “el Sol se expandirá hasta la órbita de la Tierra y arrasará con nuestro planeta, Mercurio y Venus. Marte y el resto de los planetas que están más alejados sobrevivirán y se desplazarán hacia afuera”, sostuvo Manser.

El estudio es, además, el primero en detectar los restos de un planeta con técnicas de espectrometría.

El anterior se descubrió utilizando el método de “tránsito”, el más utilizado para buscar exoplanetas, y que detecta cuerpos planetarios cuando pasan por delante de su estrella y bloquean el paso de parte de su luz

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