La estrategia del presidente Donald Trump sobre Corea del Norte es presionar a Pyongyang para que desmantele su programa nuclear y de misiles balísticos aumentando las sanciones, dijo el gobierno de Estados Unidos, que agregó que está abierto a negociar.
La postura estadounidense, que parece mostrar un deseo de agotar las opciones no militares, fue dada a conocer en un comunicado que describió a Corea del Norte como una amenaza urgente para la seguridad nacional y una prioridad máxima de la política externa.
Estados Unidos busca estabilidad y una desnuclearización pacífica de la península de Corea. Permanecemos abiertos a negociar para alcanzar ese objetivo, señalaron en un comunicado conjunto el secretario de Estado, Rex Tillerson y su par de Defensa, Jim Mattis. Pero seguimos preparados para defender a nuestro país y a nuestros aliados, agregaron.