El primer ajuste importante para Facebook ocurrió entre 2012 y 2014. En ese momento, los usuarios de internet realizaban más tareas en sus teléfonos celulares que en su computadora de escritorio o en sus laptops.
Así que Mark Zuckerberg optó por seguirles la corriente y se concentró en la aplicación móvil de Facebook más que en su sitio web; además, compró dos aplicaciones de comunicación que habían experimentado un rápido crecimiento, WhatsApp e Instagram.
La estrategia le funcionó. Facebook aumentó su valor de mercado de cerca de 60,000 millones de dólares a finales de 2012 a más de 600,000 millones de dólares, aunque por un periodo breve, en 2018.
El 6 de marzo, Zuckerberg anunció el siguiente giro de Facebook. Además de la empresa existente que genera dinero gracias a la venta de publicidad dirigida en sus redes sociales abiertas, creará una “plataforma que le dé prioridad a la privacidad” a partir de WhatsApp, Instagram y Messenger.
Según dijo, las aplicaciones se integrarán y los mensajes que se envíen a través de ellas serán encriptados de extremo a extremo, de tal forma que ni siquiera Facebook pueda leerlos. Aunque no lo dijo de manera explícita, quedó muy claro cuál será el modelo de negocios.
Zuckerberg quiere que empresas de todo tipo utilicen sus redes de mensajería para prestar servicios y aceptar pagos. Facebook se llevará una tajada.
Desde hace tiempo se necesitaba un cambio en Facebook y se hizo evidente tras los escándalos sobre privacidad y políticas que afectaron a la empresa. Incluso Zuckerberg, que por lo regular da la impresión de ser incapaz de comprender la gravedad de la situación de Facebook, al parecer comprendió la ironía y decidió darle prioridad a la privacidad.
Ahora tiene toda la intención de hacerlo. Zuckerberg afirma que a los usuarios les beneficiará el plan de integrar sus aplicaciones de mensajería en una sola red encriptada. El contenido de los mensajes estará protegido de los ojos avizores de fisgones autoritarios y de criminales, además del propio Facebook.
Si Facebook logra hacer los cambios, es probable que aumente su dominio en el sector de la mensajería instantánea. Los nuevos beneficios para los usuarios de un Facebook más integrado quizá les dificulten a los reguladores insistir en que la empresa de Zuckerberg debería dividirse.
Los planes de Facebook en India pueden considerarse una muestra del nuevo modelo. Integró un sistema de pagos a WhatsApp, la aplicación de mensajería más empleada en el país, que está en espera de recibir el visto bueno de las autoridades. El mercado es enorme. También en el resto del mundo es probable que a los usuarios les resulte atractiva la conveniencia de las nuevas redes de Facebook. La estrategia más reciente de Zuckerberg es ingeniosa, pero quizá descubramos algunos trucos.