Habitantes de siete países del continente africano poseen una solución mexicana contra la picadura de serpientes, ésta última común en la región subsahariana y que causa la muerte de miles de personas.
La fórmula mexicana es efectiva ante la ponzoña de 90 por ciento de las especies de serpientes, señaló el investigador y líder de la innovación, Alejandro Alagón Cano, del Instituto de Biotecnología de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM).
Aunque el antiveneno ya se aplica debido a la obtención de anticuerpos de caballo, el doctor y su grupo de colaboradores trabajan para perfeccionar la dosis que debe ingerir una persona de acuerdo con el tiempo de reacción de la picadura del reptil.
El bioquímico precisó en el comunicado de la Academia Mexicana de Ciencias (AMC) que para lograrlo, experimentan ahora con borregos de 50 a 60 kilogramos “y simular lo que podría ocurrir en un humano, y con esta información establecer los criterios de las dosis que se tienen que utilizar en los pacientes”.
Si cruzamos estos datos con la experiencia clínica de los médicos en África, el ajuste de criterios para tratar un envenenamiento por mordedura de serpiente será cada vez más fino”, explicó.
El mercado para el antiveneno mexicano se podría abrir en el mundo, luego de que la organización internacional Médicos sin Fronteras señala que cada año casi cinco millones de personas son mordidas por serpientes, de las cuales 125 mil fallecen y 400 mil quedan con alguna discapacidad.
Alagón Cano pertenece desde hace cinco años a la Alianza Internacional Antivenenos para África, integrada por la Sociedad Africana de Venenología y el Instituto de Inmunoquímica Farmacología de Venenos y Respuesta a Emergencias de la Universidad de Arizona que trabajan para enfrentar el desabasto de antivenenos.