El pasado uno de diciembre se conmemoró el Día Mundial de la Lucha contra el SIDA; una fecha de suma relevancia para la salud pública mundial, pues se trata de una de las epidemias más extendidas en el mundo. En efecto, de acuerdo con los datos de ONUSIDA, en todo el mundo, 37 millones de personas viven con el VIH, la cifra más alta registrada desde su descubrimiento en la década de los 80; ante esa cifra, ONUSIDA alerta que al menos una cuarta parte de quienes tienen la infección desconocen que son portadores del virus.
En números absolutos, las cifras de la ONU implican que hay en todo el mundo 9.4 millones de personas que viven con el VIH, pero lo desconocen; 1.8 millones de personas se infectaron con el VIH en 2017; y se estima que sólo en 2017 fallecieron 947 mil personas a causa del SIDA o de padecimientos asociados como la tuberculosis y la neumonía.
De acuerdo con el Anuario de Morbilidad 2017, de la Secretaría de Salud, en México se registró en ese año una tasa promedio nacional de incidencia por infección asintomática del Virus de Inmunodeficiencia Humana, de 6.57 casos por cada 100 mil habitantes. Y según los datos del propio documento, en 14 de las 32 entidades de la República Mexicana se rebasaba ese promedio.
El estado en el cual se registró la mayor tasa el año pasado fue Tabasco, con 19.95 casos por cada 100 mil habitantes, es decir, un indicador tres veces superior al promedio nacional; en segundo lugar, aunque con una tasa casi idéntica, se ubicó el estado de Campeche, con 19.68 casos de infección por el VIH, por cada 100 mil habitantes.
A esas entidades le siguieron Yucatán con una tasa de 17.44 por cada 100 mil personas en la entidad; Veracruz con 13.14; Colima con 11.9; Tamaulipas con 9.22; Ciudad de México con 8.28; Quintana Roo con 7.69; Baja California Sur con 7.29; Chiapas con 7.08; Puebla con 6.92; Baja California con 6.89; Querétaro con 6.83 y Oaxaca con 6.80.
Es interesante observar, aunque esto no implica ningún nexo de causalidad, que de estas 14 entidades con incidencia de VIH superior al promedio nacional, todas son costeras o fronterizas, con excepción de los estados de Puebla y la Ciudad de México.
Debe recordarse que en los registros de la Secretaría de Salud se dividen los casos de la infección asintomática por virus de la inmunodeficiencia humana (VIH), de aquellos en los cuales se ha desarrollado el Síndrome de Inmunodeficiencia Adquirida. En ese sentido, es importante decir que la tasa de incidencia en el país es de 4.53 casos por cada 100 mil habitantes; y que hay 13 entidades en las cuales se rebasa ese promedio nacional.
Los estados con mayores indicadores son: Campeche con 17.11 casos por cada 100 mil personas (poco más de tres veces el promedio nacional); Quintana Roo con una tasa de 13.46; Guerrero,con 12.72; Yucatán con 10.68; Colima con 10.56; Morelos con 9.06; Tabasco con 8.68; Baja California con 7.76; Nayarit con 7.25; Tlaxcala con 6.63; Veracruz con 5.52; y Michoacán con 4.96 casos por cada 100 mil habitantes.
La mortalidad causada por VIH en México se ha “estabilizado” desde hace varios años”; aún con ello, debe destacarse que en números absolutos, el número anual no se ha reducido de manera significativa, sobre todo, que dadas las tasas de incidencia registradas, no debe “bajarse la guardia” frente a esta amenaza permanente a la salud pública.