Este jueves, Corea del Norte acusó a Estados Unidos de actuar de mala fe, al afirmar que la presión impuesta con las sanciones completas podría detener los avances en la desnuclearización de la península.
Y es que en la cumbre celebrada en junio con el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, el líder norcoreano Kim Jong Un firmó un compromiso de desnuclearización, quedándose lejos de la demanda norteamericana de un desmantelamiento total, irreversible y verificable del arsenal atómico de Pyongyang.
El presidente estadunidense vendió la cumbre con Kim en Singapur como un hito histórico, pero desde entonces ambas partes se quejaron de que no se realizan avances.
En un comunicado, el ministerio de Corea del Norte de Relaciones Exteriores acusó a Estados Unidos de insultar al socio negociador y echar un jarro de agua fría sobre nuestros esfuerzos sinceros por construir la confianza que puede considerarse una condición previa para la aplicación del acuerdo entre Trump y Kim.