Joaquín ‘El Chapo’ Guzmán pidió el miércoles al juez que preside su proceso que tenga un “gesto humanitario” y le permita abrazar a su esposa Emma Coronel el martes próximo, cuando comience realmente el juicio en su contra.
La justicia no le permite recibir visitas de su esposa Emma Coronel, una ex reina de belleza de 29 años que ha asistido a casi todas sus audiencias en la corte. Tampoco le dejan hablar con ella por teléfono.
Luego de analizar la solicitud, el juez negó el contacto con Emma Coronel.
El exjefe del cártel de Sinaloa, de 61 años y quien fue el hombre más buscado por Estados Unidos durante años, solo es visitado por sus abogados en la cárcel de Manhattan donde está aislado 23 horas al día, así como por sus hijas mellizas de siete años, pero todo a través de una mampara de vidrio.
El Chapo desea dar a su esposa “un saludo breve y momentáneo que incluya quizás un abrazo el martes 13 de noviembre, antes del inicio de los argumentos de apertura” de la fiscalía y la defensa, escribió al juez Brian Cogan la abogada Mariel Colón Miró en nombre del acusado.
“Puede ser un breve abrazo en la corte delante de todo el mundo, separados por la barrera. El proceso total no llevaría más que un par de segundos”, precisó.
La abogada asegura que un abrazo “no plantearía una amenaza a la seguridad”.