El seno republicano se puso muy candente en las últimas horas, tras la respuesta que el candidato a la presidencia de EEUU Donald Trump le dio al líder de la Cámara de Diputados, el también republicano Paul Ryan, quien el lunes había dicho a sus legisladores correligionarios que le quitaba el apoyo al magnate y que no haría campaña por él en los 30 días que quedaban de campaña.
Trump respondió este martes en Twitter acusando de “muy débil” y “líder incompetente” al pez gordo del partido Republicano Paul Ryan, y declarándose libre del canon partidista, a menos de cuatro semanas de las elecciones presidenciales en Estados Unidos.
“A pesar de haber ganado el segundo debate de forma aplastante (todas las encuestas), ¡es difícil hacerlo bien cuando Paul Ryan y otros dan cero apoyo!”, dijo.
A pesar de esta afirmación de Trump, casi todos los sondeos mostraron que la mayoría de los votantes declararon a Clinton como vencedora.
“Se siente bien que me sacaran los grilletes y ahora puedo luchar por Estados Unidos de la manera que yo quiero”, escribió Trump.
La relación entre Trump y la dirigencia republicana ha sido tensa desde el inicio, pero se ha complicado aún más a medida que la candidata demócrata Hillary Clinton asciende en las encuestas.