El desplazamiento forzado alcanzó los 70.8 millones de personas en 2018, el nivel más alto del que el Alto Comisionado de la ONU para los Refugiados tiene constancia en sus casi 70 años de historia. La cifra corresponde a una población entre la de Tailandia y Turquía y duplica al número de personas desplazadas hace 20 años.
El informe anual del ACNUR Tendencias Globales, publicado ayer, señala que los 70.8 millones de personas están integradas por tres grupos:
-. El de las personas refugiadas, es decir, aquellas que han tenido que huir de su país por los conflictos, la guerra o la persecución (25.9 millones).
-. El de los solicitantes de asilo, que se encuentran fuera de su país de origen y reciben protección internacional, pero que están a la espera de una resolución sobre su solicitud de la condición de refugiado (3.5 millones).
-. Y el de los desplazados a otras zonas dentro de sus propios países, denominadas como desplazados internos (41.3 millones).
De ellos, uno de cada dos refugiados era un niño o niña, 111 mil se encontraban solos o sin sus familiares y prácticamente cuatro de cada cinco refugiados han permanecido en situación de desplazamiento durante al menos cinco años, mientras que uno de cada cinco ha estado en situación de desplazamiento desde hace al menos 20 años.
En 2018 el mayor número de nuevas solicitudes de asilo correspondió a venezolanos, con un total de 341 mil 800. Sin embargo, unos cuatro millones de venezolanos han salido de su país, convirtiéndose en una de las mayores crisis de desplazamiento.
