Van dos años poniendo toda la carne al asador y dos años donde sus fallos han condenado a Ferrari a ver a Lewis Hamilton, Toto Wolff y Niki Lauda celebrando al final de la temporada las coronas de la F1.
Una vez más Ferrari fue superior a Mercedes en los entrenamientos de pretemporada y seguramente lo será en las primeras carreras del año, como lo ha hecho en 2017 y 2018, pero la gran incógnita de este año es saber si en el equipo de Maranello aprendieron de sus fallas, de su poca capacidad de reacción y si aprendieron algo de sus rivales, que cuando deciden pisar el acelerador a fondo lo hacen de manera contundente.
La batalla Hamilton-Vettel ha tenido tintes mágicos, emocionantes e incluso se perfila para ser recordada como una de las grandes rivalidades de la historia, pero le falta un ingrediente, que Sebastian pueda estar al nivel de pelearle a Lewis la corona en la recta final de la temporada.
Además, Mercedes está en el umbral de ser el primer equipo de la máxima categoría en ganar seis Campeonatos de Pilotos y Constructores consecutivos, superando la marca de cinco que comparte con Ferrari.
