La ola de frío extremo que azota el norte de Estados Unidos paralizó algunas ciudades y dejó un saldo provisional de, al menos, seis muertes relacionadas con la tormenta.
Las bajas temperaturas, que alcanzaron los 37 grados bajo cero en Bemidji, en el estado de Minnesota, se sumaron al viento que llevaba la sensación térmica a los 50 bajo cero en la vecina ciudad de Duluth, según el Servicio Meteorológico Nacional del país.
Estas condiciones dejaron las calles semivacías al obligar a la mayoría de las personas a permanecer en sus casas para protegerse del peligro de congelación inmediata.
En Chicago, que podría ser el epicentro de esta tormenta, la mayoría de las empresas no abrieron sus puertas. Las escuelas, universidades e instituciones públicas suspendieron sus actividades.
Y el Servicio de Correos suspendió la entrega de correspondencia en cinco estados del medio oeste, que seguirán resistiendo el mal clima.
