Medios internacionales dieron a conocer la historia de Luke, un gran danés, quien luego de ser abandonado a su suerte sin agua ni comida, en un intento por sobrevivir, se comió una de sus patas traseras, en Estados Unidos.
La policía de Carolina del Sur fue alertada por la presencia de un perro que mostraba una delgadez extrema. Los agentes acudieron a la casa de Jessica James y Skylar Craft, de 32 y 38 años respectivamente y en el lugar encontraron a Luke atado a un poste, sin agua o comida.
Los agentes lograron constatar que al perro, de seis años, le faltaba parte de una de sus patas traseras. Luego se comprobó que Luke se la comió en un intento desesperado por sobrevivir al hambre extrema a la que lo habían condenado.
“Cuando me acerqué a la cerca, pude ver a un gran danés negro muy flaco con una lesión en su pierna derecha trasera. Cuando se acercó, pude ver que más de la mitad de su pierna se había ido”, escribió un oficial del Departamento de Policía de Ware Shoals en un informe de incidente.
Los propietarios afirmaron que el perro fue atado al poste porque había intentado saltar la cerca. Además, revelaron que sabían de la herida de su perro, pero que no podían permitirse pagar a un veterinario. Sin embargo, al ser interrogador sobre el tiempo que habían dejado amarrado a Luke, estos tuvieron respuestas contradictorias.
Jessica James y Skylar Craft fueron detenidos por las autoridades y ahora enfrentar cargos por maltrato animal.
ESPERAN UN MILAGRO
Pese a que Luke ya es atendido por especialistas, su estado de salud es crítico. El perro ha sufrido “problemas intestinales”, refirió el centro de rescate, y agregó que el corazón del gran danés es otro “problema importante”.
