Hasta el 15 de noviembre había 14 mil 30 menores en los refugios de todo el país, casi tres veces más que el año pasado, según un reporte federal publicado por el diario Houston Chronicle. Casi tres veces el número de menores detenidos que el año pasado, lo cual representa un récord.
De ellos, cinco mil 400 es decir 39 por ciento se encuentra en Texas.
El número de infantes en este escenario se incrementó durante el verano, después de que la política de cero tolerancia encabezada por el presidente, Donald Trump, que promueve la separación de padres e hijos en la frontera sur de Estados Unidos.
El informe agregó que actualmente se coloca a más niños en albergues que en libertad, pues la tasa de salida de los centros disminuyó uno por ciento.
Incluso los menores que se encuentran en esta situación deben lidiar con retrasos burocráticos.
El tiempo de espera en los centros de detención se ha incrementado.
Durante 2016, el promedio de estancia fue de 35 días, para el 2017, de 48.
Para junio de este año se había incrementado en 59 días y para agosto ya era de 75.
Además de la espera en malas condiciones dentro de los albergues, los menores reciben malos tratos por parte de servidores públicos.
“Estás en la Corte porque el gobierno de Estados Unidos afirma que no eres ciudadano. Estás aquí violando la ley”, reclamó el juez Chris Brisack a uno de los menores procesados.
Un proceso judicial de este tipo puede tardar años.