TECNOLOGÍA

LOS AMANTES DE GATOS SON MÁS INTELIGENTES, REVELA ESTUDIO

Una investigación presentada en la Association for Psychological Science reveló que las personas que tienen gatos son más inteligentes, son más liberales y menos conformistas que las amantes de los perros.

De acuerdo con una estadística de 2011, 80% de los hogares mexicanos tienen una mascota, de los cuales 87% son dueñas de un perro.

Según este mismo estudio, las dueñas de perros tienen más vitalidad, son más extrovertidas, dominantes y más sociables. Mientras que las amantes de los gatos disfrutan más su soledad y son más independientes.

Pero las personas que tienen gatos son más inteligentes, es real que al igual que los felinos, sus dueños son más listos y audaces.

No todo es color de rosa, de acuerdo con otra investigación las personas que tienen gatos son más propensas a padecer ataques de ansiedad y neurosis. Esto también se puede deber a que sus mascotas no los ayudan a aliviar el estrés en esos momentos.

De acuerdo al INEGI 22.8% de las personas que viven con gatos son solteros y viven en departamentos, especialmente en las ciudades. En contraste, los hogares con perros tienden a vivir en lugares más amplios, fuera de la ciudad y usualmente son hogares con niños.

Lo cual quiere decir que tener un perro se asocia con ciertos valores tradicionales, como la familia. También los dueños de los perros suelen ser más obedientes, respetuosos de las reglas (y del gobierno), mientras que las dueñas de los gatos son más rebeldes.

Las personas con gatos son de mente más abierta, creativos, aventados e inconformes. Estas características también se encuentran en los felinos que no se detienen ante nada hasta conseguir su objetivo (la comida).

Aunque pudiera sonar como una contradicción, según LiveScience los dueños de gatos tienen un grado de sensibilidad mucho mayor y prefieren dar afecto a sus mascotas que recibirlo. En cambio los amantes de los perros prefieren a sus mascotas por la compañía que estos ofrecen.

Diversos estudios han encontrado que las personas que tienen gatos NO toleran a los que tienen perros. De hecho, es más fácil que una persona que tiene perrhijos adopte a la larga a un cathijo que al revés.

El estudio encontró que los amantes de los perros son más simplonas y pueden reír con casi cualquier cosa, excepto de ver sufrir a los animales (aunque sea en broma). En cambio, los dueños de gatos encuentran en el sarcasmo una forma de escape a sus problemas, les gustan las bromas pesadas y el humor “negro”.

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