Finalmente fue presentada oficialmente, sin sorpresas, la Surface Go. Microsoft necesitaba dar vida a la familia Surface frente a los competidores en la gama media-baja, como el nuevo iPad 2018 o los Chromebook, que, sin gran calidad, siguen recibiendo novedades que le dan cierto poderío, como la posibilidad de instalar apps de Android y usarlas a modo de ventanas. Para ese segmento, Surface Go es casi todo lo que se podía pedir.
Quitando quizás el precio y la potencia, más propia de un producto de hace unos años, ya que es comparable en benchmarks, al iPad 2017 o a un i3 de hace seis años, es un producto muy bien enfocado a tareas ligeras y que ofrece valor añadido con el Surface Pen y un buen teclado dedicado con muy buen trackpad que Apple se niega a dar a sus modelos económicos y a los de gama alta por la parte del cursor.
Tiene pantalla de 10 pulgadas con proporción 3:2, ya tradicional en la familia, con una resolución de 1800 x 1200 píxeles. En ellos también se integra una cámara frontal y en los laterales, un conector USB-C 3.1, capaz de cargar, y el Conector Surface dedicado a la carga con un sistema de adherencia magnética, pero que además permite conectar el también tradicional dock para expansión de escritorio. Para la sujeción no podía faltar la mítica pata, que años después sigue funcionando muy bien en los modelos anteriores.
Internamente es donde viene un poco la decepción, con un Intel Pentium Gold Processor 4415Y de séptima generación, elegido por su eficiencia. Cumplirá, eso seguro, pero supone bajar demasiado el nivel respecto para quien quiera algo más de potencia extra. El modelo base parte con 64 GB eMMC de almacenamiento interno, bastante lento para los estándares actuales, y 4 GB de RAM, que en Windows pueden ser suficientes. A ello suma 128 GB de SSD en un modelo superior, que llega equipado con 8 GB de RAM. Un modelo con conectividad LTE se lanzará más adelante.
Surface Go es compatible con el Surface Pen, gracias a su reconocimiento de 4096 puntos de presión, y cómo, no tiene su propio teclado retroiluminado recubierto de la fibra Alcantara, algo que dará algún dolor de cabeza a esas personas cuyas muñecas suden más de la cuenta. La autonomía, pese a estar el procesador enfocado en la eficiencia, no es tan buena como la de otras Surface, y se queda en nueve horas (Microsoft suele dar datos de reproducción de vídeo).
Surface Go llegará con Windows 10S, pero será actualizable gratuitamente a Windows 10 Home completo.