Poco más de 300 colmenas de abejas, de 18 apicultores del ejido Candelaria, en Quintana Roo, resultaron afectadas luego de que empleados de un empresario aplicaran un químico tóxico para fumigar su terreno y sembrar chile habanero.
La fumigación causó la muerte de millones de abejas; estiman, cada colmena alberga de entre 50 mil a 80 mil abejas.
Apicultores precisaron que la muerte de estas abejas representa un fuerte golpe económico, pues la cantidad de miel para la cosecha más cercana, entre octubre y noviembre la perdieron.
Los productores encargados de la revisión de los apiarios encontraron suelos tapizados de abejas muertas, al hablar con el dueño del terreno presentó resistencia, informaron.
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