El orbitador MAVEN de la Administración Nacional de Aeronáutica y del Espacio (NASA, por sus siglas en inglés) capturó cómo el evento solar del pasado 11 de septiembre provocó una aurora global en Marte, 25 veces más brillante que cualquiera antes vista.
El fenómeno produjo niveles de radiación en la superficie del planeta “rojo” de más del doble de cualquier medida tomada de manera previa por el detector RAD a bordo del rover Curiosity, desde el aterrizaje en 2012.
Las altas lecturas que duraron más de dos días, se desarrollaron durante lo que es de manera habitual un período de calma en el Sol en su ciclo de 11 años de manchas solares y actividad de tormentas, informó la NASA en su página de Internet.
De acuerdo con la agencia espacial estadunidense, el evento fue tan grande que pudo ser detectado en la Tierra, a pesar de que ésta estaba en el lado opuesto del Sol respecto a Marte.
“El ciclo solar actual ha sido extraño, con menos actividad que de costumbre durante el pico, y ahora tenemos este gran evento cuando nos acercamos al mínimo solar”, explicó el miembro del equipo científico de MAVEN, Sonal Jain.
La NASA indica que los sucesos solares altamente energéticos pueden aumentar de forma perceptible la radiación que penetra a través de la atmósfera a la superficie del planeta “rojo”.
Además, el incremento de la radiación también interactúa con la atmósfera para producir partículas secundarias adicionales, que necesitan ser comprendidas y protegidas para garantizar la seguridad de los futuros exploradores humanos que vayan a Marte.
“Si estuvieras al aire libre en Marte y supieras que un evento como éste era inminente, definitivamente querrías refugiarte, como lo harías si estuvieras en una caminata espacial fuera de la Estación Espacial Internacional”, dijo el investigador principal de RAD, Don Hassler.