La Administración Nacional para la Aeronáutica y el Espacio (NASA) de Estados Unidos aprieta el acelerador para volver a la Luna, quedarse ahí y después dar el siguiente salto a la exploración del espacio profundo, aseguró el director general de la agencia, Jim Bridenstine.
“Es importante regresar a la Luna lo antes posible (…) por lo que estamos invitando a la industria privada y a otros socios potenciales a que se reúnan con nosotros la próxima semana en la sede de la NASA para hablar sobre los lanzamientos”, indicó.
“Esta vez vamos a la Luna para quedarnos ahí, y desde allí daremos el siguiente gran salto en la exploración del espacio profundo”, agregó Bridenstine en rueda de prensa ofrecida en la sede de la NASA en Washington.
La meta es tener un contrato en mano para la próxima misión lunar prevista para julio, en coincidencia con el 50 aniversario de la llegada de la misión Apolo 11 a la Luna.
La última persona en caminar sobre la superficie lunar fue el astronauta Eugene Cernan, en diciembre de 1972, durante la misión Apollo 17.
Bridenstine llamó a las compañías privadas para que ayuden a diseñar y desarrollar módulos de aterrizaje lunares, de acuerdo con el diario The Washington Post.
El objetivo de la NASA para enviar humanos a la Luna es usar un sistema de tres elementos separados que proporcionarán transferencia, aterrizaje y retorno seguro. Un aspecto clave de este enfoque propuesto es utilizar la puerta de enlace para viajes de ida y vuelta hacia y desde la superficie de la Luna.
La NASA tiene como objetivo enviar astronautas a la Luna durante la próxima década, mientras la primera misión de envío comercial de equipos técnicos está programada para finales de 2020.