Cuando la presión es mucha, es uno de los jugadores que saca el pecho y toma la responsabilidad de guiar a los suyos desde el mediocampo. Cuando los partidos se cierran, de los botines de Orbelín Pineda suelen salir las jugadas que rompen los esquemas y abren caminos, a veces con pases precisos, otras con desbordes letales.
Por eso, de cara a la Copa Mundial de Clubes de la FIFA EAU 2018, el jugador de 22 años es una de las armas del Guadalajara mexicano para tratar de hacer historia y lograr lo que ningún equipo de su país ha logrado: ser campeón.
“Creo que lo que me caracteriza como jugador es que sonrío al ver una pelota y al patearla. Para mí esto se trata de divertirse. Yo no tomo el estar en Emiratos Árabes Unidos como una presión, sino más bien como un gran reto para mostrar mi calidad dentro y fuera de la cancha, ayudar a mis compañeros y al club y, de esta manera, poder dar un buen torneo”.
Orbelín Pineda Nació el 24 de marzo de 1996, en Coyuca de Catalán, México. Debutó en el Querétaro en 2014. En 2016 llegó a Guadalajara.
Ha participado en la Copa Mundial Sub 20 de la FIFA en Nueva Zelanda, en los Juegos Olímpicos de Río 2016 y en algunos partidos de la eliminatoria mundialista a Rusia 2018.
En ese camino a buscar la gloria, la estrategia está clara: “Nuestro cuerpo técnico ha analizado a todos los jugadores rivales y su funcionamiento colectivo. Tenemos bien practicado todo. Ahora a nosotros en la cancha nos corresponde llevar todo eso a la práctica, aportar nuestro respectivo granito de arena y apoyarnos los unos a los otros para lograr la meta”.
Y es que la prudencia que muestra en el juego, la mantiene afuera, donde no cae en la tentación de adelantarse al tiempo y pensar en demasía en el Real Madrid, posible rival en las semifinales de la competición:
“Ahorita sólo pienso en tener minutos en el primer partido ante Kashima y con eso me siento satisfecho. Ese es el primer paso. Luego, tengo confianza de que vamos a sacar un resultado positivo. Y ahí sí, si nos enfrentamos al Real Madrid, vamos a tener un gran partido”.
Con Europa en la mente. Sin embargo, no esconde un sueño que lo viene acompañando desde hace tiempo. “Siempre lo he dicho: mi principal meta es ir a jugar a Europa. Entonces tengo muy claro que este Mundial de Clubes es una gran vitrina para mostrarme ante el mundo y concretar esa ilusión”.
La mesa está puesta y Orbelín Pineda está listo para seguir enseñándole sus dotes técnicas al mundo: “Nosotros vamos a dejar todo en la cancha para romper la mala inercia que ha acompañado a los equipos mexicanos en la competición. Queremos hacer historia y vamos a ponerle muchas ganas para lograrlo. Costó mucho llegar hasta acá; ahora no vamos a desaprovechar la oportunidad”.