El relator especial de Naciones Unidas para extrema pobreza y derechos humanos, Philip Alston, catalogó hoy como una medida radical y sin compasión la propuesta del presidente brasileño, Michel Temer, de congelar los gastos públicos por 20 años. La Propuesta de Enmienda Constitucional (PEC 55), elaborada para forzar un congelamiento presupuestario como demostración de prudencia fiscal, solo perjudicará a los más pobres por las próximas dos décadas, subrayó Alston.
De aprobarse, la PEC 55 bloqueará gastos en niveles inadecuados y rápidamente decrecientes en salud, educación y seguridad social, colocando toda una generación futura en riesgo de recibir una protección social muy por debajo de los niveles actuales, advirtió.
En una declaración difundida, y suscrita también por la relatora especial sobre el derecho a la educación Koumbou Boly Barry, el especialista independiente remarcó que esos planes del gobierno son ‘enteramente incompatibles’ con las obligaciones que en materia de derechos humanos tiene Brasil.
Alston significó además que la intención de modificar la Constitución para los próximos 20 años viene de un gobierno que llegó al poder después de un impeachment y el cual, por tanto, jamás presentó su programa al electorado.
Eso genera preocupaciones todavía mayores sobre la propuesta de atar las manos de futuros gobernantes, enfatizó.