SpaceX ha conseguido los permisos necesarios por parte de Comisión Federal de Comunicaciones (FCC) de los Estados Unidos para desplegar un total de 7.518 satélites. El plan de la compañía es comenzar con los lanzamientos a partir del próximo año. Muchos de ellos son de pequeñas dimensiones, aproximadamente 10 centímetros de largo con un peso cercano a un kilogramo. Los satélites autorizados tienen la misión de proporcionar redes de comunicaciones de banda ancha.
No es su primer logro de esta magnitud, en marzo obtuvieron los permisos para lanzar 4.425 satélites. Gracias a las dos autorizaciones, SpaceX tiene vía libre para desplegar Starlink, su “constelación” de satélites. Ahora ya cuentan con una flota de casi 12.000 para proporcionar internet desde la órbita de nuestro planeta. Según estimaciones, Starlink tendría un costo aproximado de 10.000 millones de dólares.
La empresa debe cumplir con ciertos requisitos muy importantes. El permiso los obliga a desplegar la mitad de esos satélites en los próximos seis años. La empresa dirigida por Elon Musk no quiere complicarse y por esa razón los lanzamientos comenzarán en 2019. En el 2024, 6.000 de esos satélites ya deben estar operando sin ningún contratiempo.
En esta época es común depender de satélites de gran tamaño para recibir los servicios de banda ancha, por ello son varias las compañías interesadas en reducir el tamaño y el costo de fabricación para después poder multiplicar su presencia en la órbita. Actualmente, son 1.886 los satélites operativos destinados al mismo propósito, una cifra que pronto será superada significativamente por Starlink.
Otro punto importante a tener en cuenta es que los nuevos satélites fueron diseñados para funcionar en altitudes más bajas, lo cual ayudará a reducir la latencia en una conexión. Los primeros satélites autorizados (4.425) estarán a una altitud de 550 kilómetros, mientras que el resto (7.518) funcionarán en altitudes entre 335 y 346 kilómetros.
Ajit Pai, presidente de la FCC, se mostró emocionado por “ver lo que estos servicios podrían prometer y lo que esas constelaciones propuestas tienen para ofrecer”, y agregó: “Nuestro enfoque de estas aplicaciones refleja también el enfoque fundamental de esta comisión para alentar al sector privado a invertir, innovar y permitir que las fuerzas del mercado proporcionen valor a los consumidores estadounidenses”.
Telesat, LeoSat y Kepler Communications son otras de las compañías que quieren crear su propia red de satélites. Aunque al panorama luce prometedor y positivo en el futuro, también es cierto que la gran cantidad de satélites aumenta el riesgo de colisiones. Henry Hertzfeld, director del Instituto de Política Espacial en la Universidad George Washington, señaló que “ciertas órbitas se están llenando, es un problema que se está ampliando en la órbita baja de la Tierra por la proliferación de los satélites pequeños. Esto ha generado que los organismos involucrados realicen un análisis de los lineamientos que se deben seguir para evitar esas situaciones.