Las caídas en los índices asiáticos y en Wall Street mantienen el freno de nuevo en las bolsas europeas. La principal causa sigue siendo las dudas de los inversores acerca de cómo pueden acabar las conversaciones comerciales entre EE.UU. y Canadá para que el segundo de estos países de adhiera al nuevo tratado comercial que han alcanzado entre la Administración Trump y México, que vendría a sustituir al NAFTA.
Los analistas consideran este posible acuerdo como el punto de partida para que Trump muestre una mejor cara con respecto a otros acuerdos, sobre todo con China y Europa. Sin embargo, pocos confían en un final feliz. “El fracaso que supondría que finalmente Canadá quede excluida sería un duro golpe para las expectativas de que se evite una guerra comercial a gran escala, de ahí la relevancia de estas negociaciones”, comentan en Link Securities.
En este duro golpe, todos miran hacían China. Y es que, según explican en Bankinter (MC:BKT), “la Administración de Trump ha publicado una nueva lista de productos chinos que podrían ser objeto de nuevos aranceles del 10% en EE.UU. Esta lista de productos por 200.000 millones de dólares forma parte de estos nuevos aranceles. Tras estas medidas, los aranceles afectarán a un total de 250.000 millones de dólares, aproximadamente la mitad de las importaciones chinas en EE.UU. (505.000 millones el año pasado)”.
El ministro de Comercio de China, Zhong Shan, ha descrito este movimiento como “totalmente inaceptable”, avisando que pondrá reclamaciones ante la Organización Mundial de Comercio (OMC) y que responderá con represalias.
La preocupación por una posible escalada en la guerra comercial, con sucesivos ataques y represalias, es uno de los factores que está bloqueando las bolsas, por el riesgo que ello supone sobre las perspectivas de crecimiento global y de inflación. “Si China es golpeada con nuevos aranceles, los países que suministran a la economía china con bienes intermedios o materias primas también se verían afectados negativamente. Mientras las dos partes (China-EE.UU) negocian para encontrar soluciones y resolver sus diferencias, los mercados permanecerán volátiles”, concluyen en Bankinter.
A estas tensiones se suman las que mantiene con Europa. Recordamos que recientemente Trump volvió a las andadas, al afirmar que la oferta realizada por la Unión Europea de eliminar los aranceles al comercio de automóviles no es suficientemente atractiva. A lo que rápidamente respondió Jean-Claude Juncker, presidente de la Comisión Europea, con un rotundo ‘no’ a permitir que nadie determine las políticas de comercio de la Unión Europea, y afirmando que “si a Trump le parece poco lo que la UE ha ofrecido y sube los aranceles, la UE también lo hará”.