Los 100 primeros días de la administración de Donald Trump amenazan con inducir una tormenta de cambios. Él no quiere ir despacio, él quiere, según su visión, “hacer grande a América” desde su día uno en el poder.
El próximo 20 de enero, cuando el electo presidente de Estados Unidos asuma su nuevo cargo público, una de las primeras medidas que tomará será retirar al país del Acuerdo Transpacífico (TPP, por sus siglas en inglés) y concentrarse en acuerdos bilaterales con los 12 países miembros, informó el pasado lunes New York Post. Ya había sugerido algo similar con el Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN).
“Mi agenda estará basada en un principal básico sencillo: poner a América primero”, afirmó el presidente electo número 45 de Estados Unidos.
Más tarde, el magnate subió un vídeo a su cuenta de Twitter en el que define cuáles serán las prioridades de sus primeros meses de gobierno, además del TPP, explicó una serie de órdenes ejecutivas.
De nuevo, sorprende que el muro en la frontera con México no figura entre sus prioridades, como tampoco la derogación de la reforma sanitaria de Obama (Obamacare) ni expresó medidas para restringir la entrada de musulmanes o de presuntos terroristas.
Dicha lista de acciones ejecutivas, según el republicano, ha sido elaborada por su equipo de transición y tiene el objetivo de defender a EU.