Unos mil 800 ultraderechistas se manifestaron en Berlín contra la canciller alemana, Angela Merkel, y su política en la crisis de los refugiados, acusándola de “traicionar” a su patria.
La marcha, bajo el lema “Merkel debe marcharse”, arrancó a las 15.00 (13.00 GMT) frente a la estación central de la capital alemana con una serie de discursos cargado de graves ataques contra el Ejecutivo de la gran coalición.
Si por defender a mi patria me llaman nazi, que me llamen nazi. ¡Me importa una mierda”, gritó uno de las personas que intervinieron desde el estrado al comienzo de la marcha, provocando aplausos y una cerrada ovación de los manifestantes.
La protesta fue escoltada por un importante número de agentes de policía de Berlín y otros estados federados, hubo varios momentos de tensión, especialmente cuando los ultraderechistas eran confrontados por grupos de antifascistas y contramanifestaciones a lo largo de su recorrido, que de hecho sumaron muchos más participantes a sus convocatorias.
Entre los gritos más repetidos por los manifestantes destacaron, además del eslogan de la marcha, “Merkel debe marcharse”, las palabras “resistencia” y “expulsión”, ambas en relación a la llegada de extranjeros a Alemania.