Rusia dejó claro, el día de hoy, que responderá al emplazamiento de cuatro batallones de la OTAN en Estonia, Letonia, Lituania y Polonia, anunciado hoy por la Alianza como una medida para disuadir a Moscú de una política agresiva.
“Se trata de un refuerzo muy peligroso de fuerzas militares cerca de nuestras fronteras. Exigirá medidas de respuesta por nuestra parte”, aseguró a Interfax el director para Cooperación Europea del Ministerio de Asuntos Exteriores ruso, Andréi Kelin.
El diplomático reiteró que la nueva política de disuasión desplegada en los últimos meses por la OTAN va en contra del acuerdo marco que rige las relaciones entre Rusia y la Alianza y pone en peligro la seguridad en el continente europeo.
El secretario general de la OTAN, Jens Stoltenberg, aseguró que, aunque la Alianza no quiere conflictos armados, “la disuasión es la mejor manera de evitar una guerra”.
“La OTAN no busca confrontación, sino un diálogo constructivo con Rusia, pero defenderemos a nuestros aliados ante cualquier amenaza”, apuntó.
Y es que Moscú y la Alianza han entrado en una espiral armamentística en la que cada refuerzo de la presencia militar de una parte en Europa lleva a la respuesta de la otra.
Por su parte el presidente ruso, Vladímir Putin, lanzó durante su reciente visita a Atenas su advertencia más dura a Rumanía y Polonia sobre la puesta en marcha de los escudos antimisiles, y llegó a afirmar que tomará medidas de represalia, puesto que considera el sistema defensivo una clara amenaza a la seguridad de Rusia.
