El fundador del imperio Playboy, Hugh Hefner, falleció este miércoles en su casa en Beverly Hills, a los 91 años. Hefner murió “rodeado de sus seres queridos” en su legendaria residencia, la legendaria Mansión Playboy. Con él se va un icono del exceso en Estados Unidos, el hombre de la gorra de capitán, las conejitas a pares y las esposas imposiblemente jóvenes.
Playboy es una de las marcas más reconocibles de Estados Unidos, la referencia durante décadas del entretenimiento erótico masculino. Hefner fundó la revista en 1953 y fue una sensación desde el primer número, ya que consiguió unas fotos de Marilyn Monroe para la portada. Después, Playboy estuvo a la vanguardia de los cambios sociales que vendrían en Estados Unidos. Solo la llegada de Internet diluyó la influencia de la revista, que tiene coleccionistas como una publicación de culto.
“Mi padre vivió una vida excepcional e impactante como un pionero de los medios y la cultura y una voz líder en algunos de los movimientos sociales y culturales más significativos de nuestro tiempo, al ser un defensor de la libertad de expresión, los derechos civiles y la libertad sexual”, dijo su hijo Cooper Hefner, director creativo de Playboy Enterprises, citado por People.
La revista Playboy revolucionó el mercado de las revistas para hombres hasta el punto de casi convertirse en un sinónimo. Sin esconder que su reclamo principal eran las fotos de mujeres desnudas, preferiblemente famosas, la revista apuntaba a un público intelectual y rivalizaba en textos con las mejores publicaciones generalistas. En sus páginas firmaban Ernest Hemingway, John Updike, Jack Kerouac, Norman Mailer o Ray Bradbury, que publicó Farenheit 451 como serie en la revista.
Alrededor de esa vida, Hefner se creó un personaje de playboy eterno, con una gorra de capitán, un batín y una copa en la mano, al que fue fiel durante décadas. La vida de fantasía adolescente de la Mansión Playboy fue retratada en un programa de telerrealidad, The girls next door, que se emitió de 2005 a 2010. Cuando ya no pudo dar esa imagen, simplemente desapareció de la luz pública.