La creciente presencia de la mujer en el cine, tanto delante como detrás de la cámara, es una realidad que la actriz estadounidense Sandra Bullock está convencida de que no tiene marcha atrás y por eso proclama que “la vagina está para quedarse”.
La conversación gira en un hotel berlinés en torno a su última película, Bird Box, dirigida por la danesa Susanne Bier, pero es una hora próxima al almuerzo y Bullock (Arlington, EU, 1964) quiere dejar las cosas claras.
“¡La vagina se queda, ya lo he dicho, dije la palabra vagina!”, repitió divertida a preguntas sobre el recorrido reciente de las mujeres en el cine desde la difusión de las presiones que la industria ha ejercido sobre muchas de ellas.
“No nos vamos a ningún lado. La cosa va a estar nivelada y va a ser cómodo y agradable y todo el mundo va a jugar bien dentro de la misma caja, eso es lo que creo que va a pasar”, zanjó la actriz protagonista de éxitos de taquilla como Speed (1994) y ganadora de un Oscar por The Blind Side (2009).
“Las mujeres siempre hemos estado aquí, no somos una cosa temporal. Estamos aquí para quedarnos, puedo asegurarle eso, que no me voy a ir a ninguna parte”, agregó como disfrutando de escucharse así en los apenas seis minutos de entrevista que se permiten en estos maratones de encuentros con los medios.
A la capital alemana llega Bullock para hablar de este trabajo, una historia postapocalíptica en la que interpreta a una mujer y sus dos hijos que tratan de salvarse años después de que una presencia invisible llevara al suicidio de casi toda la sociedad.