Gracias a fenómenos como la serie La casa de las flores, Paulina Rubio regresa con su primer álbum en siete años, en el que dice besar “al reguetón con lengua”, y anticipa una gira por Europa en 2019 para seguir postulándose, a sus 47 años, como La Chica Dorada.
“Yo soy Peter Pan. No voy a matar nunca a la niña que llevo dentro”, anuncia la artista en una charla celebrada hoy en la capital española, país que visitará “más que antes” en los próximos meses.
El motivo principal es la promoción del undécimo disco de estudio de su carrera, Deseo (Universal Music), que se lanza mañana y que ha sido noticia, entre otras razones, por abrirse al reguetón y a los ritmos urbanos latinos en muchas de sus canciones.
“Soy artista y las etiquetas son para quitártelas. Puedo darle un beso al reguetón, con lengua y todo”, afirmó Rubio, que ha colaborado en sus nuevas canciones con artistas como el venezolano Nacho en Desire (Me tienes loquita) y el español Juan Magán en Late mi corazón.
Prevenida sobre los resquemores que aún genera en muchos oídos este género, criticado por el uso habitual de letras machistas, invita a escuchar sus nuevos temas, carentes de ese cariz, y concede una prórroga a las composiciones de algunos de sus compañeros.